ECOS DEL TEMOR
los subires y los bajares obedecen a una búsqueda incesante de satisfacción a una necesidad imperante de gustarte la vida con una fuerza casi de terremoto eterno, que no sabes si lo sentís de manera objetiva o si llega a vos por una reacción; la vida a ratos se queda muda, quieta , se queda sorda; se detiene a mirarte y a impulsarte, a preguntarte, los caminos que perfilas. En esos ratos de la vida te parás a preguntar por todos lados, dónde está, qué es, cómo se mira, aquello imposible de entender , de expresar, aquella casi rabia, casi llanto, casi risa, casi lluvia, que te aborda en un solo asalto. Lo que buscás más allá de todas las búsquedas es una certeza de la vitalidad, del entusiasmo, una motivación que te confirme tu acertada decisión, tu promisoria solución. Eso, la incertidumbre que me asalta, que me rodea, que me mira, desde el silencio, resulta en este caso una sensación de riesgo definitivo de decisión, de sospecha, de despedida, de salida. Vi la delicadeza en una función de Mísia, la cantante de fado portuguesa, vi el suelo en forma de mujer, la tierra, el gemido, la hondura, vi la contención , la comprensión, la espera, el ritmo llevado al extremo de la medida, bordeando los peligros. Sin pudores.
Y quién te lo confirma?, la vida sucede sí y es una cada día, y en ese diario ocurre o no el milagro de su disfrute. Qué silencio, las palabras que me llegan parecen resonar en un túnel de ecos que escucho, pero no asimilo como si viendo la película estuviera.
Y quién te lo confirma?, la vida sucede sí y es una cada día, y en ese diario ocurre o no el milagro de su disfrute. Qué silencio, las palabras que me llegan parecen resonar en un túnel de ecos que escucho, pero no asimilo como si viendo la película estuviera.
Comentarios
Espero que nos vemos proto por aquí -Valencia, España.
Un gran abrazo
Adriana Yee
Adriana Yee
Adriana Yee