la desesperanza

vislumbro en las pocas charlas con gente humana que tengo en estos dias, la sensación de que todo esta perdido, de que no hay nada que hacer, de "apaga y vámonos", y me disgusta, no parto de la desesperanza, no creo en la política, y no opino sobre las generalidades, de repente me descubro en rebelión pero no una rebelión cargada de proselitismo o con la intención de cambiar el mundo sino una rebelión que se mueve en mi como una licuadora ejecutando un pollito, una rebelión humana que se niega a somerterse, a creer en la desesperanza como si fuera el acto realista que tenemos que seguir, creo que no todo está perdido creo basicamente que toda generalidad acaba en una negacion de los particulares, no creo que la politica que vemos en la televisión y que esta tan amarrada a tanto concepto y preconcepto sea la salida para conectarse con la realidad, no creo que la realidad me llegue por television y los noticieros, no creo que todo esté perdido, no parto de los sitios "centro, izquierda, derecha" para poder definir mi consonancia o disonancia con los gobiernos, no creo en la desesesperanza, me parece una salida de vencidos, y no de vivientes, y si cuando me cuentas lo que está pasando en Colombia o en Bolivia o en Argentina o en Venezuela, cuando me doy cuenta de los que veo en Estados Unidos o de lo que percibo en España, encuentro tanta carga de prejuicios, tantas definiciones ajenas a mi corazón y a mi cabeza, que hay algo de engaño compartido de incomoda comodidad, hay algo que me produce la rebelion en masa del estómago, la rebelion esperanzada y particular, la confianza de que nada esta perdido así estemos en manos de tanto inepto. Y sea la esperanza territorio de ilusos.