RÉPLICAS
En estos días me pasa algo: una luz que se enciende por dentro así como a las luciérnagas con esa cosa inoportuna que tiene el hipo, con esa verguenza pública de andar soltando por ahí unos destellos de luz que parecen regurguritar dentro del sitio que soy yo, los amaneceres o la caida de las estrellas y los satélites. Lindo momento podría decir alguno, fértil, feliz, pero no. No lo es tanto. Así como la frase de Saramago de que sin final hasta una caricia es agotadora, destello de día y de noche; cuando voy al baño en la oscuridad tengo que cerrarme los ojos y tantear hasta el sitio porque si no, el alita de los sueños se me escapará de los dedos. Ahora por ejemplo llevo varias horas tratando de posarme para leer, pero el destello me tiene flotante e imprecisa, el ancla anda difusa porque si algo tiene el destello es que te asalta, como la sospecha o el miedo y pierdes un poco los papeles y se te mezclan los verbos y te ataca la abstracción, ese sitio misterioso donde ni vos sabes dónde estas, pero te agrada;cierran algunos rompecabezas, se cuelgan algunos tacones y una chaqueta se abandona.En este estado no sirvo para mucho, cuando he asistido a reuniones, me cuestionan el motivo de los estallidos que si por bien o por mal y yo no se nada; ocurren como el hipo pero entiendo lo incómodo que es que alguien destelle además se pueden interpretar en son de burla o discrepancia, pero nada; incluso a mi me ocurre, destello y luego continuo, es un tránsito que a ratos como ahora, dura mucho. Espero que mis destellos no signifiquen nada en morse y reciba alguna respuesta de las altas esferas terrestres o extraterrestres, por mis mensajes cifrados.
La ley de gravedad existe por fortuna y a los destellos se les agota la energía. Sin embargo la sensación de luciérnaga en esta ocasión tiene algo de oruga o mariposa, algo de extraño salto y esa cosa del hipo insisto donde un instantáneo terremoto interior con réplicas sacude hasta los más profundos territorios.
La ley de gravedad existe por fortuna y a los destellos se les agota la energía. Sin embargo la sensación de luciérnaga en esta ocasión tiene algo de oruga o mariposa, algo de extraño salto y esa cosa del hipo insisto donde un instantáneo terremoto interior con réplicas sacude hasta los más profundos territorios.
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