LA FÍSICA Y EL CUERPO




Estamos ahora, y hablo en plural al sentir de nuevo esa extraña certeza de que vamos dentro mío más de uno caminando, estamos otra vez, repito, en el camino, no en la vereda ni en el andén, los siete amigos aliados de los cuentos de hadas y yo, algo así como su protagonista. Miro el lanzamiento, miro la contundencia de la acción y yo misma me encuentro con que los pasos se dan así, en un segundo donde lo que estaba ya no está y lo que viene, no ha llegado. El lanzarse en la piscina de la vida hace como un arco colorido y expectante, una sensación de ciclo cumplido, de espacio lleno y ya satisfecho. Es verdad lo que dice el taita Lucho que las vacíos de la vida se rellenan con experiencias que te despejan el vacío, vas satisfaciendo la necesidad, entendiendo sus preguntas, y en esos momentos descubrís tus propios límites, tus características más profundas, más ejemplificadoras de temperamento. Lo que concluís es entonces un trazo tan dubitativo y a la vez tan preciso, un lanzamiento tan perfecto y a la vez tan atemorizado, que ni entendés pero trazás, sin atenuantes, igual que un cuerpo de fisica mecánica que recorre la trayectoria a la que lo lanza el universo.

Comentarios

teodoricus dijo…
Carolina eres un regalo cuando escribes y cuando cuentas ni te cuento. Gracias maravilla.

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